Fuera de la ciudad, Lima.
-¡Mamá,mamá!- se oye rebosante de alegría un niño que habia encontrado al parecer su mejor tesoro.
-¿Terminaste de comer para ir al colegio? Se le escucha decir a la madre.
-¡Mamá, mira esto! Acabo de encontrar un tesoro... ¡Es una chapita, una chapita! -dice eufórico.
-Deja de estar jugando y come de una buena vez antes que vengan los escoltas y te lleven.-la madre usa sus manos para desprender el polvo y toma la mano del pequeño.
-Bueno, lo guardaré. Dice el desanimado infante.
En la pradera hacia la ciudad, caminan a paso ligero.
-Se lo mostraré a Joel y ¡que me dirá, que me dirá! La otra vez Joel encontró una moneda con su papá. Mamá, ¿cuantó falta para llegar? Ya me duelen los pies y el piso empieza a quemar. Agachando la cabeza al notar la expresión de su madre, el jovencito trata de dar pasos mas grandes.
-Hijo, recuerdalo muy bien. -Ya sé, ya sé. Pero mamá porque papá ya no nos ayuda más. ¿No fue a Lima por un dinero prestado?
-Tu padre tomó un ruta de la cual ya no creo que vuelva. Pero igual tenemos al abuelo y a la abuela para que nos ayuden.
-Sí.
-Sabes hay veces que pienso que tu padre nunca debió ir a Lima. Acá no nos iba tan mal.
-Papá me dijo que fuera el hombre que te haga vestir linda y te de los regalos que no pudo darte el. Pero eso fue antes que se vaya, tambien me dijo que regresaria con un regalo para cada uno y que a mi me traería una cometa. Mamá, extraño a papá.
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-Mamá, hoy en el colegio me dijeron que tengo que dibujar a mi papá en su trabajo, pero no está papá y no se de que trabaja. Dile que venga para dibujarle mamá.
La madre apenada le dice:
-Hijo, aunque quisiera eso no seria posible. Pero tu padre es obrero, asi que puedes dibujarlo con unas herramientas en su mano.
-Pero hace tanto que se fue, y ¿si ya no es como lo recuerdo?
-Él será siempre como tu lo quieras, hijo.
-Mamá, dile que venga por favor. ¡Dile, dile!
-No se puede hijo, no se puede.
El niño con molestia dice: -Ni que se hubiera muerto para que no haya venido en tanto tiempo.
La madre llora y trata de disimular entre sollozos. El hijo se percata de lo sucedido.
-Mamá, ya no llores. Ya verás que papá vendrá cualquier día de estos. Después de todo yo todavia no puedo ser el hombre aquí. Tiene que venir, yo sé que vendrá.
-Hijo, tu padre ya no va a venir. Ya no hay manera de como.
-¿Porqué, mamá? -pregunta asustado.
-¡Basta!- dice alterada. -Mañana tienes que ir al colegio temprano. Ve a dormir y no molestes más. ¡Dejamé!-revienta en llanto.
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-Joel, ¿tu sabes donde esta mi papá?- pregunta con cautela.
-Y a mi que me dices, lo único que sé es lo que me contaste.-responde tranquilo, tratando de atinar a su presa.
-Ayer mi mamá lloró por haberle preguntado por él. Fue extraño como si papá le hubiese hecho daño.-guarda una aguja más.
-Yo ya dejé de preguntar ese tipo de cosas, deberias hacer lo mismo. De todas formas a nadie le interesa si nosotros preguntamos por ellos. -sigue al asecho.
-Yo solo quería saber sobre mi papá, hace mucho que no lo veo. Donde estará.-mira hacia el paisaje.
-¡Le di! Vamos traeme una aguja que le di en su espalda. Está enterito, mira. -alegre por su victoria. -Sabes, mi papá tambien murió y no ando preguntando por él.
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-Que habrá pasado con papá, son tantas cosas que he querido preguntarle acerca de Lima. Será cierto que murió, no lo creo, mi papá es fuerte. Ya sé, le diré a mamá para ir a visitarlo por un par de dias. A mamá le dará alegría escuchar mi idea, de seguro se pone triste pensar en mi papá porque no vamos a verlo. O tal vez solo esperaba a que le dijera para ir, de cualquier manera creo que sera divertido.
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-Mamá, ¿y si vamos a visitar a mi papá? no creo que quede muy lejos y hace tiempo que no lo vemos.- dice inocente.
-Tienes razón. Hace mucho que no vamos a visitarlo, desde que eras muy pequeño.-la madre contesta confiada de su hijo.
-¡Bien! Iremos mañana temprano. -agrega.
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-Mamá, que hacemos aquí.- dice asustado.
-Aquí veremos a tu padre, hijo. -calmada.
-¿Aquí trabaja papá? -tembloroso.
-Sí.
-¡Claro! porque mi padre no le teme a nada. -dice orgulloso.
-Claro, por eso mismo llegó hasta aquí.
Siguen caminando y de pronto paran en una tumba pequeña y humilde.
-Llegamos. -dice la madre.
-¿Que hay aquí esperaremos a que papá llegué?
-Hijo, aquí esta tu padre. Aquí lo enterramos, si no lo recuerdas es porque sufriste un grave trauma al estar a su lado en el momento que murió. Lo lamento hijo pero asi pasaron las cosas y me temo que quedamos solos tu y yo ahora.
-Papá...
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